La pérdida de nuestra costa nos ha sumido, como pueblo, en un gran sock colectivo, en los últimos años hemos visto desde la más absoluta impotencia, como nuestra identidad y calidad de vida era enterrada a base de dragadoras y camiones de gran tonelaje. Con ella no solo se han ido las playas a las puertas del pueblo, hemos perdido la calidad de vida, un pueblo que tiene costa es un pueblo donde la gente quiere vivir, nos han robado una forma de vivir, pero esto es pasado y el presente y el futuro es lo que tenemos que trabajar.
Como pueblo tenemos derecho de recuperar nuestra calidad de vida y nuestra identidad, si debemos de renunciar a la mayor parte de nuestra la costa nos merecemos una compensación como pueblo. Queremos que los y las vecinas de Santurtzi recuperemos el deseo de disfrutar de la mar, demandar de las autoridades un poco de cordura, y desde la racionalidad, se vea la necesidad que tiene Santurtzi como pueblo de recuperar espacios que compense lo sufrido por la perdida de la costa.
El planteamiento es que desde la participación ciudadana se busque una solución en la que tenga cabida el desarrollo de nuestro pueblo retomando espacio que nos devuelvan parte de la costa arrebatada, espacios en los que recuperemos espacios de esparcimiento y desarrollo cultural, espacios en los que reorientemos nuestro desarrollo urbanístico y socioeconómico.
Por eso invitamos a los vecinos y vecinas a tomar parte de nuestra iniciativa que llamaremos “Itxas-Alde” como un proyecto de regeneración de los valores culturales y sociales de calidad de vida, reinventando los conceptos urbanísticos y económicos, que den la oportunidad a nuestro pueblo. Santurtzi no esta obligada a renunciar a su afortunada situación en la desembocadura del Abra, por un afán desarrollista soportado en un calculo erróneo que a condenado a todo un pueblo a ser dependiente del servilismo y clientelismo.
No queremos que la desidia de nuestras autoridades nos condene a convertirnos en una ciudad de paso de mercancías, en el patio de atrás de las industrias que ha sido expulsadas de otros pueblos como Bilbao o Barakaldo. Tenemos la absoluta confianza en la capacidad de regeneración de nuestro pueblo, tenemos la absoluta confianza en que a la menor posibilidad Santurtzi sabrá dar alternativas racionales que den soluciones a los retos que tenemos como pueblo.
Nuestros gobernantes siempre han desoído el murmullo que susurra desde las iniciativas populares, pero son estas iniciativas y las fuerzas que albergan las que abren los caminos de lo que un futuro estas mismas instituciones, se subirán para dar el pego y ganar el rédito. Lo que hoy se reclama desde el movimiento popular es una recuperación decidida de nuestro ser de pueblo de nuestros origines no como algo evocador o del pasado sino como los mimbres que dan carácter e identidad a un pueblos y desde donde establecer estrategias que nos ayuden a prosperar como colectivo.
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